Cachorro callejero desbordado de emociones al reencontrarse con su madre perdida
Cuando las encantadoras señoras de Love Furry Friends Rescue se enteraron de la existencia de una cachorrita que vivía en una carretera muy transitada, no dudaron en rescatarla.
El cachorro, llamado Lucy, llevaba mucho tiempo viviendo cerca de una carretera muy transitada y apenas podía mantenerse con vida.
Estaba muy asustada y no se fiaba en absoluto de la gente.
En cuanto alguien intentaba acercarse a ella, corría tan lejos como podía.
Por eso nadie la sacó de la calle ni intentó ayudarla.
Pero lo que los rescatadores no sabían era que Lucy tenía una madre y que vivían juntas en la calle.
Rescate y transformación
Lucy fue rescatada y recibió los cuidados que necesitaba: atención médica, un baño, comida y juguetes.
Poco a poco, este cachorro asustado se convirtió en una monada dispuesta a compartir su amor con el mundo.
Sin embargo, cuando la organización de rescate publicó información sobre Lucy en sus redes sociales, se sorprendió al descubrir que Lucy aún tenía una madre, en algún lugar de la calle.
Las personas que alimentaban a los dos perros les enviaban de vez en cuando una foto de los dos cuando Lucy aún vivía en la calle.
Rozy fue encontrado
Los rescatadores volvieron al lugar donde habían rescatado a Lucy, con la esperanza de encontrar también a su madre.
"Suele vagar por las calles en busca de comida para ella y Lucy. Por eso no la vimos cuando fuimos a por Lucy", explican desde Love Furry Friends Animal Rescue.
Cuando llegaron al lugar, la madre estaba allí
Corrió hacia ellos en cuanto la llamaron.
Debía de tener mucha hambre, porque enseguida se comió la comida que le dieron.
La salud de Rozy necesitaba atención.
Una visita al veterinario reveló que tenía gusanos del corazón en el corazón y la arteria pulmonar.
La valiente madre, que tenía entre 8 y 10 años, inició inmediatamente su tratamiento.
Conmovedor reencuentro
Lucy no tenía ni idea de que iba a ver a su madre. Estaba tumbada tristemente en su cuna cuando Olena entró en la habitación con su madre en brazos.
El mejor momento llegó cuando Lucy vio a su madre Rozy.
Su cola se movió sin control y no pudo ocultar su alegría. Dio un salto y abrazó a su madre.
Rozy seguía un poco tensa en su nuevo entorno, pero Lucy no se separaba de ella.
Aunque ambos tenían sus propias camas, decidieron compartir una.
Por fin Lucy volvía a ser una cachorra feliz.
Desde entonces, lo hicieron todo juntos y no se separaron ni un segundo.
"Estamos contentos de haber podido cambiar la vida de estos maravillosos perros", declaró la organización de rescate.
Espero que ambos perros sean adoptados juntos en una familia maravillosa.
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