Un hombre se sorprende al encontrar una caja al borde de la carretera
Lo más desgarrador de todas las historias de rescate que he leído son aquellas en las que pequeños cachorros están solos y mueren congelados sin que nadie les ayude.
No hace falta mucho esfuerzo para ayudar a estos pobres. Una simple llamada telefónica a los cooperantes.
Esta historia trata de un hombre que vio una pequeña caja junto a una carretera y se dio cuenta de que contenía cachorros.
Rescate conmovedor
Un frío día, la organización de rescate Love Furry Friends recibió la llamada de un hombre que decía haber encontrado una caja con dos cachorritos dentro.
Olena, con un corazón lleno de compasión, acudió rápidamente al rescate.
"No puedo cuidar de estos pequeños", me dijo el hombre que había encontrado a los cachorros. "Son demasiado jóvenes y necesitan cuidados constantes. Mi apretada agenda no me lo permite".
Tras permanecer junto a ellos durante una hora, llegaron los rescatadores y vieron a los dulces cachorros.
Se morían de hambre y necesitaban ayuda desesperadamente.
Olena abrió inmediatamente una lata de comida para cachorros, pues sabía que sus barriguitas llevaban demasiado tiempo vacías.
Los pequeñajos engulleron hasta saciarse. Evidentemente, hacía tiempo que no comían.
Una visita al veterinario
Una vez saciada su hambre, Olena llevó a los cachorros al veterinario.
El veterinario descubrió que estos cachorros sólo tenían 3 semanas.
Necesitan leche caliente cada 2-3 horas, aconsejó el veterinario.
Fue una tarea difícil.
Gerda y Totoshka
Los cachorros, que ahora cuidaba con cariño Olena, recibieron los nombres de Gerda y Totoshka.
Les dieron una cama caliente y comida normal, tal como había recomendado el veterinario.
Apenas una semana después, ya estaban haciendo enormes progresos. Ya no tenían tanto miedo y empezaron a salir mucho más.
Les gusta jugar entre ellos y explorar su entorno. Los rescatadores se aseguraron de que tuvieran juguetes divertidos con los que jugar.
Uno de los empleados les presentó a los otros perros del refugio y la pareja encajó muy bien con ellos, a pesar de que aún eran muy pequeños.
Crecieron rápidamente y era asombroso ver cuánto habían progresado en tan poco tiempo.
Aunque no disponemos de mucha información sobre la situación de estos cachorros, creo que podemos suponer que ya han crecido y han encontrado una buena familia.
Una historia como ésta debería recordarnos siempre lo importante que es no ignorar nunca a un cachorro o a un perro en apuros.
Una simple llamada telefónica a la persona adecuada puede cambiarles la vida.
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