Una dulce perra de 15 años recién abandonada en un refugio para gatos recibe la ayuda que necesita

Un dato interesante que leí hace poco es que la causa más común de abandono de perros mayores es que los dueños se trasladan a otro lugar donde los perros no son bienvenidos.

Sin embargo, eso no excusa el hecho de que algunas personas ni siquiera se molesten en buscarles un nuevo hogar.

En lugar de eso, se les deja en la calle o en un albergue para que alguien lo haga por ellos.

Es cruel y los perros no se lo merecen.

Esta historia trata de una perra anciana que fue abandonada por sus dueños en un refugio para gatos de la nada.

Abandonado y solo

La historia de Honey comienza con su abandono en un refugio para gatos.

Lamentablemente, los propietarios de Honey ni siquiera intentaron encontrarle un nuevo hogar.

En su lugar, la dejaron en un refugio para gatos de Ohio.

Un día, una amable mujer, Kay Banks, que trabajaba en la protectora de gatos Tabby Tails Cat Rescue, notó algo fuera de lo normal.

Un perro se paseó por el refugio y al principio Kay pensó que podría ser el perro de un vecino.

Pero cuando miró más de cerca, quedó claro que ese perro había sido abandonado.

Sin dudarlo, Kay acogió al perro solitario en su interior.

Vio canas y se dio cuenta de que era un perro mayor.

Banks la llamó Honey y determinaron que tenía al menos 15 años.

Cuando Kay se puso en contacto con el anterior propietario de Honey, éste se negó a aceptarla, a pesar de que tenía un microchip.

Ese fue el momento en que Kay decidió ocuparse de Honey.

Atención y esperanza

Honey luchaba contra problemas de salud como artritis, uñas demasiado grandes, garrapatas y pulgas.

Gracias a los cuidados de Kay y a una visita al veterinario, Honey recibió terapia láser para su artritis, lo que le facilitó los movimientos.

A pesar de todos los retos, Honey encontró consuelo y amor en Kay.

Disfruta de sus días junto a su nuevo novio.

Kay Banks tiene la esperanza de encontrar a alguien dispuesto a adoptar a una perra mayor a pesar de todos sus problemas, pero se alegra de cuidar de ella hasta que llegue ese día.

Esperemos que la historia de Honey nos inspire a todos a ser un poco más dulces con nuestros amigos de cuatro patas.