Un perro y un gato abandonados son inseparables incluso después de ser rescatados

Seguramente habrás oído que los perros y los gatos no se gustan, pero esto resulta ser en gran medida una fábula.

Los científicos creen que perros y gatos no son enemigos acérrimos, aunque a veces no se gusten.

Alguien que lo sabía muy bien era Lydia Sattler, directora de bienestar animal del JCAS.

Un dúo insólito

Sassy era una perra de 6 años y Shadow un gato de 1 año. Estos dos amigos habían sido abandonados por sus familias y dejados a su suerte.

En lugar de separarse, decidieron permanecer juntos y cuidarse mutuamente.

Lydia Sattler, directora de bienestar animal del JCAS, se mostró sorprendida por su estrecha relación.

Dijo : "Este gato y este perro estaban literalmente pegados. Realmente rara vez se ve eso".

Una amable persona se encontró con Sassy y Shadow y les trajo algo de comida. Lo que sorprendió a todos fue que Sassy dejó que Sombra comiera primero. Esperó pacientemente a que su amiga terminara de comer.

Un nuevo hogar juntos

Cuando llegó el momento de llevarlos al refugio, el personal del JCAS no quiso separarlos.

Incluso en el refugio, lo hacían todo juntos: dormir, comer y jugar.

El personal del refugio sabía que tenía que encontrar una familia dispuesta a adoptarlos a ambos.

Tras un mes de búsqueda, encontraron un hogar cariñoso donde Sassy y Shadow podrían permanecer juntos.

Ya no tenían que preocuparse por pasar hambre.

Felices para siempre

Lydia Sattler sigue siendo informada por la nueva familia de Sassy y Shadow.

Se alegra de saber que los dos amigos están bien y disfrutan de su tiempo juntos.

Esta historia demuestra que perros y gatos pueden llegar a ser verdaderos amigos, y desmiente la idea de que no se llevan bien.

A veces, las amistades más sorprendentes son las que más alegrías dan.