Un perro enfermo de 17 años sobrevive lo justo para conocer a su hermanita
De todas las historias de perros que he conocido en los últimos años, la de Rocky siempre ocupará un lugar especial en mi corazón.
Era uno de los muchos perros ancianos de refugio a punto de decir adiós al mundo, pero entonces Beth y Michael Clark aparecieron en la puerta del refugio y le ofrecieron una experiencia inolvidable justo en el otoño de su vida.
El perro triste del refugio
Rocky era un perro anciano que había acabado en un refugio de Maryland. Había tenido una larga vida, pero su anterior dueño no le había tratado bien. Estaba débil y a menudo se escapaba de casa.
Visita de Beth y Michael
Un día Beth y Michael Clark, una dulce pareja, vinieron a visitar el refugio. Siempre les habían gustado los perros del refugio y a menudo venían a ayudarles en invierno dejándoles mantas calentitas. Pero esta vez ocurrió algo insólito.
Un nuevo comienzo
Beth y Michael descubrieron a Rocky, un perro de 17 años con la cara gris y el cuerpo delgado.
Parecía triste y solo y no podían dejarlo atrás.
Decidieron llevárselo a casa y darle la oportunidad de una nueva vida.
Beth dijo: "Parecía tan triste". Adoptaron a Rocky justo antes de Navidad.
Su nuevo hogar estaba lleno de amor y cuidados. A pesar de su edad y sus problemas de salud, prosperó.
Se convirtió en un gran amor, siempre dispuesto a acurrucarse con Beth y Michael.
Con el tiempo, las piernas de Rocky se debilitaron y ya no podía dar largos paseos.
En lugar de eso, disfrutó del sol en el patio trasero e hizo compañía a sus dueños.
El nacimiento de Hazel
En 2016, Beth se enteró de que iba a tener un bebé y se llevó una gran alegría.
Rocky, que siempre había sido un compañero cariñoso, se adaptó bien a las nuevas circunstancias.
Fue gentil y amable, sabiendo que un nuevo miembro de la familia estaba en camino.
El declive de la salud de Rocky
Por desgracia, a medida que avanzaba el embarazo de Beth, la salud de Rocky se deterioraba.
Sufría convulsiones y se encontraba muy mal. Los Clark lo llevaron al veterinario y les dijeron que tenía un tumor y que no le quedaba mucho tiempo de vida.
El veterinario quería hospitalizarlo, pero los Clarks no soportaban volver a ver a Rocky en una jaula.
Decidieron llevárselo a casa con la esperanza de que viviera lo suficiente para conocer a su bebé.
Una reunión especial
El deseo de Rocky se hizo realidad cuando llegó Hazel, su hijita. La olisqueó suavemente y recostó la cabeza cerca de ella. Fue un momento precioso y emotivo para la familia.
Pero Beth y Michael notaron claramente que algo iba mal. Estaba muy débil y tenía los ojos vidriosos.
Decir adiós
Por desgracia, su estado empeoró esa misma noche y Beth y Michael tuvieron que tomar una decisión desgarradora.
Sabían que había llegado el momento de decir adiós a su querido Rocky.
Fue una elección difícil, pero no querían que sufriera más.
Era como si Rocky hubiera hecho todo lo posible por mantenerse con vida el tiempo suficiente para conocer a su hermanita, y ahora por fin podía dejar el mundo en paz.
Un emotivo homenaje
Justo antes de que Rocky muriera, Beth y Michael hicieron unas cuantas fotos de Hazel y Rocky juntos.
Tras la muerte de Rocky, Friends of Anne Arundel County Animal Care & Control publicó un homenaje en Facebook.
"Algún día te enseñarán esa foto y te dirán lo maravilloso y querido que fue tu primer perro, aunque vuestras vidas se solaparan durante tan poco tiempo", escribió Friends of Anne Arundel County Animal Care & Control.
La vida de Rocky estuvo llena de amor, compasión y la alegría de acoger a un nuevo miembro de la familia.
Puede que sus comienzos fueran duros, pero su historia nos recuerda el poder del amor y el impacto duradero que un perro puede tener en el corazón de una familia.
Descansa en paz, Rocky. Siempre serás recordado como el primer hermano mayor de Hazel.
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