Un perro al que casi le practican la eutanasia no suelta su peluche

Smokey fue adoptado de cachorro por una familia que lo colmó de juguetes.

Pero su favorito era un elefante de peluche con grandes orejas.

Aunque podría haberla hecho pedazos en cuestión de minutos, siempre fue muy delicado con ella.

Incluso se lo llevaba de paseo y dormía con él todas las noches.

Smokey vivió en una familia cariñosa hasta los cinco años, pero entonces todo cambió.

La familia de Smokey se enfrenta a retos

La familia de Smokey pasaba apuros y tuvo que mudarse a una casa más pequeña porque no tenían suficiente dinero.

A pesar del amor que sentían por Smokey, la familia tenía dificultades para cuidar de él.

No podían permitirse alimentarlo adecuadamente y pronto se dieron cuenta de que no podían seguir manteniéndolo.

Adiós a Smokey

Con el dolor en el corazón, la familia de Smokey tomó la difícil decisión de entregarlo a un refugio.

Smokey estaba destrozado. Se sentía triste y perdido sin su familia.

En el refugio, Smokey estaba asustado y ansioso.

Echaba mucho de menos su hogar y su familia.

Lo único que podía hacer era tumbarse en la cama y agarrar con fuerza su elefante de peluche favorito.

Un rayo de esperanza

A pesar de su dolor, la historia de Smokey llamó la atención de algunas personas encantadoras.

Trabajaron duro para encontrarle un nuevo hogar, pero el comportamiento de Smokey lo convirtió en todo un reto.

Estaba asustado y a veces mostraba signos de agresividad.

El personal del refugio estaba preocupado por el futuro de Smokey.

No querían dormirlo, pero no sabían qué más hacer.

Habían fijado una fecha para su eutanasia.

Un final feliz para Smokey

Afortunadamente, la organización I Have a Dream acudió en su ayuda.

Encontraron un hogar de acogida para Smokey donde se sintió seguro y querido.

Con el tiempo, la ansiedad de Smokey desapareció y volvió a ser un perro juguetón y feliz.

A Smokey le seguía encantando pasear con su elefante de peluche.

Ya no estaba deprimido, lo que era una muy buena señal de recuperación de su trauma.

Aunque era demasiado pronto, la organización de rescate de Ohio lo dio en adopción y publicó su historia con la esperanza de que aumentaran sus posibilidades.

Tras ver su foto en Internet, una dulce familia vino y se llevó a Smokey a su nuevo hogar, donde podrá aprender a disfrutar de la vida de nuevo.

Smokey ha pasado por mucho y se merece a alguien que lo entienda y se preocupe por él.