Un chihuahua desaparecido regresa a casa tras 8 años de búsqueda
Perder un perro es quizá uno de los momentos más desgarradores para su dueño.
Sin duda, cualquier dueño cariñoso haría cualquier cosa por encontrar a su precioso cachorro.
Pero aunque alguien haga todo lo posible por encontrar a su perro desaparecido, a veces simplemente no ocurre.
Por desgarrador que sea, por desgracia algunos perros nunca vuelven a casa.
Por eso esta historia sobre una perrita llamada Maya es tan especial.
Maya desaparece
En agosto de 2011, en la localidad italiana de Latina, Maya desapareció sin dejar rastro. Silvia y su marido habían ido a la playa y dejaron a Maya con la madre de Silvia.
Pero cuando su madre volvió del mercado, Maya había desaparecido.
Silvia quedó desolada y comenzó la búsqueda de Maya.
Silvia colgó carteles, habló con los vecinos y buscó durante meses, pero Maya no aparecía por ninguna parte.
Silvia llegó a pensar que alguien se había llevado a Maya.
"La busqué por todas partes", dice Silvia, "pero no pude encontrarla. Estaba muy triste".
8 largos años
Durante ocho largos años, Silvia echó de menos a su querida Maya.
Había perdido la esperanza de volver a ver a su pequeño cachorro.
Pero a veces los milagros ocurren cuando menos te lo esperas.
La llamada telefónica
En agosto de 2019, tras ocho años de silencio, Silvia recibió una llamada sorpresa.
La organización Guardie Zoofile Ambientali Norsaa Latina había encontrado a Maya.
Maya fue descubierta gracias a su microchip y tras el informe de una amable señora que la vio vagando por las calles.
"Cuando me enteré de la noticia, pensé que era una broma", dice Silvia, "pero era verdad. Me puse a llorar de la alegría".
Un reencuentro feliz
Cuando Silvia volvió a ver a Maya, fue un momento de pura alegría.
Maya estaba un poco asustada al principio, pero pronto se dio cuenta de que Silvia era su dueña.
"Cuando le tendí la mano, Maya se abalanzó sobre mí. Sollocé y me lamió la cara. Me reconoció a mí y a su casa".
Se abrazaron y el largo viaje de vuelta a casa de Maya se completó.
El retorno de Maya
Maya había cambiado un poco con los años. Era ocho años mayor y tenía algo de pelo blanco en el hocico, pero seguía siendo la misma Maya que Silvia había echado de menos.
"Ahora que ha vuelto, Maya me sigue a todas partes", dice Silvia. "Es alegre y juguetona y hasta me roba los zapatos".
Maya necesitaba cirugía para una hernia, probablemente debido a una castración fallida y muchos partos.
Silvia sospechaba que alguien había utilizado a Maya para ganar dinero y luego la había abandonado.
La historia de Maya nos recuerda que nunca debemos perder la esperanza, ni siquiera en los momentos más oscuros.
Y para Silvia y Maya, su amor y su vínculo permanecieron intactos por mucho que pasara el tiempo.
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