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Una perrita que vivía en la calle encuentra el camino de vuelta a su antigua vida
En un pequeño pueblo de Texas vivía un perrito llamado Truvy.
Llevaba un año viviendo cerca de una carretera muy transitada y de un cementerio.
Una amable mujer que vivía cerca vio a Truvy y supo que necesitaba ayuda.
Preocupada por la posibilidad de que Truvy intentara cruzar la peligrosa carretera, se puso en contacto con Cindy Nash, que dirigía un refugio de animales llamado Nicholas' Pet Haven.
La operación de rescate
Cindy Nash y su equipo respondieron rápidamente a la llamada. Querían rescatar a Truvy y asegurarse de que estaba a salvo.
Casualmente, ese mismo día, otro grupo buscaba al cachorro.
Mientras colocaban las trampas, conocieron al Dr. Harshivinderjit S. Bains, que vigilaba regularmente a Truvy, el perro, desde la distancia.
"Me dijo que quería mucho a esa perra y que quería llevársela a casa. Vivió en su clínica cuando aún estaba en construcción y consiguió quedarse allí todo el invierno pasado, cuando hacía tanto frío. Le proporcionó cama, comida y agua durante un año, pero nunca pudo tocarla", cuenta Cindy.
Un rescate sorpresa
Ese mismo día, Cindy volvió a comprobar las trampas y no daba crédito a lo que veía.
Truvy esperaba pacientemente en una de las trampas. Cindy decidió llevar a Truvy a su casa.
No sabía cómo reaccionaría Truvy, así que abrió la jaula con cuidado. Truvy no perdió ni un segundo.
Inmediatamente saltó al regazo de Cindy. Fue un momento reconfortante.
"Estaba muy contenta de que la rescataran y eso me derritió el corazón ", dijo Cindy.
En la revisión veterinaria
Al día siguiente, Truvy fue al veterinario. ¿Y adivina qué? Encontraron un microchip.
El veterinario se puso inmediatamente en contacto con la familia de Truvy, que vivía en Texas. Se habían trasladado allí hacía un año y no se habían dado cuenta de lo pequeña que era Truvy.
Cuando la soltaron en su nuevo jardín, consiguió escurrirse a través de una valla de hierro y explorar el mundo.
Amy Logan, la madre de Truvy, dijo:
"Inmediatamente registramos el barrio, a pie y en coche. Durante los meses siguientes conduje en su busca. También envié correos electrónicos a todas las clínicas de animales, refugios y grupos de rescate en un radio de 100 km, por si la encontraba alguien que no viviera cerca."
Un reencuentro conmovedor
Truvy llevaba desaparecida casi 13 meses antes de ser rescatada.
Pero gracias al microchip, se reunió con su familia al día siguiente.
Al principio le costó reconocer a su madre, Amy Logan. Pero pronto supo que estaba donde debía estar.
"Tardó un rato en darse cuenta de que era su madre", dijo Cindy.
"Cuando la trajeron a casa, estaba tranquila y sabía que estaba a salvo en casa. Era una niña muy feliz".
El Dr. Bains, que había cuidado de Truvy durante su estancia en su clínica, se alegró de saber que estaba de vuelta donde debía estar.
Amy Logan le estaba muy agradecida por haber mantenido a salvo a Truvy durante su ausencia.
Esta conmovedora historia nos recuerda que nunca hay que perder la esperanza y destaca la importancia de poner microchips a las mascotas.
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